Por qué nunca debes deshidratar dientes enteros de ajo fresco
El ajo, con su sabor fuerte y picante, es un ingrediente básico en innumerables platos salados. La deshidratación de los dientes de ajo te permite concentrar su sabor distintivo, lo que puede amplificar la complejidad de un plato. La deshidratación del ajo también prolonga su vida útil y reduce el desperdicio de alimentos. Cuando se seca y almacena adecuadamente, el ajo deshidratado puede durar varios años. Aunque esta técnica de conservar y utilizar el ajo puede ser muy útil, también puede ser más desafiante de lo que algunos cocineros caseros creen.
La deshidratación de dientes de ajo enteros puede ser un desafío debido a su forma y contenido de humedad. Garantizar un secado uniforme es difícil porque la humedad dentro de los dientes puede provocar un secado desigual y un posible deterioro. Esto se debe a la dificultad de saber cuándo se ha secado por completo el centro de los dientes de ajo enteros. En lugar de trabajar con clavos enteros, es mejor rebanarlos o picarlos antes de deshidratar el ingrediente aromático.
Para lograr los mejores resultados al deshidratar los dientes de ajo, pele y corte los dientes de ajo de la manera más uniforme posible. Esto permite un secado uniforme y reduce el riesgo de retención de humedad. A continuación, coloque los dientes de ajo rebanados o picados en las bandejas del deshidratador en una sola capa. Ajuste el deshidratador a baja temperatura y deje que el ajo se deshidrate durante varias horas o hasta que esté completamente seco y quebradizo.
Una vez que los dientes de ajo estén deshidratados, hay muchas formas posibles de usarlos. Úselo como ajo en polvo después de molerlo hasta obtener un polvo fino con un molinillo de especias o un mortero. Infunda aceites y utilícelos para rociar sobre ensaladas, pasta o carnes a la parrilla para obtener un toque adicional de bondad con ajo. En una pizca de ajo fresco, incluso puede rehidratar los dientes de ajo secos sumergiéndolos en agua tibia o aceite.
Por lo tanto, no tenga miedo de deshidratar su propio ajo, especialmente si tiene una cantidad excesiva de dientes a mano. Solo tenga en cuenta que el proceso requerirá un poco más de preparación que simplemente tirarlos al horno o al deshidratador.